Memoria de la identidad
Conexión con nuestras raíces
Algunas veces recuerdos y en otras solo ficción; los niños indígenas Arhuacos como
protagonistas, sacados de su contexto real para que otros elementos significativos de
nuestra cultura y en especial de la naturaleza, propios de la Sierra Nevada de Santa Marta
o de la región, tomen también un rol protagónico.
Naturaleza como hojas y ramas de árbol centenario y emblemático de la Quinta de San
Pedro Alejandrino, hojas de palma y plátano, flores, cocos, bananos, mariposas amarillas y
azules, caracoles; y otros como mochilas tejidas por las Indígenas Arhuacas o escaleras de
piedra construidas por la civilización Tayrona en Ciudad Perdida. Aislándolas para que
tomen fuerza dentro de la obra, algunas surrealistas siempre junto a los indígenas Arhuacos.
Una de las etnias indígenas de Colombia que mejor conserva su identidad, y según su
cosmovisión, los encargados de cuidar y preservar el mundo, los protectores del entorno
natural. Tanta sabiduría en contradicción con nuestras practicas civilizadas. Buen momento
de mirar nuestras raíces, de conectarnos con su espiritualidad y conocimiento sobre la
naturaleza.
Los indígenas Arhuacos en especial los niños, personifican el futuro de las tradiciones, de la
preservación de lo sagrado. Y pintarlos se ha convertido además de una manera de
conexión con mi ciudad de origen, una forma de revalorización de sus tradiciones culturales.
Connection with our roots
Sometimes memories and sometimes only fiction; Arhuacos' indigenous children as protagonists, taken from their real context so that other significant elements of our culture and especially nature typical of the Sierra Nevada de Santa Marta or the region, also take a leading role.
Nature, like leaves and branches of a centennial and emblematic tree of the Quinta de San Pedro Alejandrino, palm and banana leaves, flowers, coconuts, bananas, yellow and blue butterflies, snails; and others, like bags woven by the Arhuacos Indigenous people, or stairs of stone built by the Tayrona civilization in The Lost City. Isolating them, so that they take force within the work, some surrealist but always together with the indigenous Arhuacos.
The Arhuacos are one of the indigenous ethnic groups of Colombia that best preserves its identity, and according to their worldview, are those in charge of caring for and preserving the world, the protectors of the natural environment. So much wisdom in contradiction with our civilized practices. This gives us a moment to look at our roots, to connect with their spirituality and knowledge about nature.
The indigenous Arhuacos especially children, personify the future of traditions, of the preservation of the sacred. And painting them has also become a way of connecting with my hometown, a way of revaluing their cultural traditions.
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